sábado, 14 de abril de 2012

Palabras que empiezan por G

Imagen tomada del blog
"Creaciones Claudia"
Acababan de sacar brillo al cielo de la noche, y era como palio de fiesta para mi pedaleo de vuelta a casa. Se me escapaba del cuerpo, para patinar por el firmamento, la alegría pueril de haber burlado a los usureros del hipermercado -que hoy no me hacía muy feliz- llegando por pelos a otro súper menos carero, aunque también menos trasnochador, en el que las alubias verdes (igual de frescas y lozanas) me habían costado justamente la mitad.

Con el ritmo monótono y silencioso de los pedales, el pensamiento volvió a engancharse en la búsqueda de dos palabras que se me habían resistido mientras veía Pasapalabra, y que debían empezar por la letra G. "Tierra, especialmente la cultivada"; y yo buscaba sin éxito en el diccionario de mi memoria: granda, no; gándara, tampoco; grava, menos. "Dar gritos algunas aves, especialmente el grajo, cuervo, etc." Y aunque lo tenía en la punta de la lengua, no acababa de encontrarlo.

Galardones

Me resisto a echar mano del diccionario para buscar esas palabras, aunque eso –ya lo sé de otras ocasiones- me lleva a una especie de fijación obsesiva compulsiva en la que la letra culpable se me aparece en todo lo que leo. Así, veo estos días llenos de Galardones: por una parte, el poeta palentino José María Fernández Nieto ha encabezado el rosario de laureles (que en este año de crisis y poca gracia van con honor pero sin dinero)  que los jurados de los premios Castilla y León irán desgranando de aquí al 20 de abril, y del que ya forman parte también Domingo Emilio Rodríguez Almeida, la Asociación Española contra el Cáncer, el equipo de baloncesto Perfumerías Avenida, Alberto Bañuelos, Constancio González y José Abel Flores. Asimismo, Carlos Pinedo y Anahi Van der Blick se han hecho con el reconocimiento de la Unión de Actores de Castilla y León. Y Fernando Tejerina, junto con Javier Solana, ha recibido la medalla de honor de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas.

Imagen tomada del blog "Odisea 2008"
Gobernanza y Galimatías

Un premio mucho más grande que todos los anteriores (con dotación de pastizal bien empleado) propondría yo para José Antonio de Santiago-Juárez, si logra culminar con éxito y sensatez el proyecto de Ley de Gobernanza que ha prometido presentar a las Cortes regionales a finales de este año. Porque estoy convencida de que nuestro país se juega mucho –muchísimo- en lograr el equilibrio entre un falso autonomismo insensato (que duplica entidades, competencias, y, sobre todo, duplica las ya abundantes administraciones de funcionarios con otras administraciones paralelas de asesores eventuales, institutos y fundaciones sin cuento) y un tirar al monte, estilo Esperanza Aguirre, pidiendo la vuelta al centralismo de llave y candado. Sin embargo, no sé si debo ser muy optimista al respecto, porque en la noticia de esta reunión de De Santiago con alcaldes para pactar el nuevo modelo, nada se aclara de cómo conciliar diputaciones con ayuntamientos y delegaciones de la Junta, y, sin embargo, sí se empieza a nombrar un nuevo ente (los distritos), que, si viene a sumarse a todos los ya existentes,  convertiría la presunta Gobernanza en un auténtico Galimatías.

Galo, Gabacho y Guenó

Y es que ya lo dice Joseph Pérez, el historiador de los comuneros recientemente homenajeado en Villalar: no basta con declararse seguidor de una causa para hacerla realidad. Y mientras leo las informaciones sobre el simposio celebrado en su honor, me doy cuenta de que siempre que se habla de Pérez en España se le llama hispanista Galo, que es el adjetivo que usamos para los franceses que nos caen bien -como Asterix y Obelix-, en contraposición al de Gabacho, que lo reservamos para cuando intuimos prepotencia o desprecio –o actitud lesiva hacia nuestros intereses- en algún vecino del norte de los Pirineos.

En este sentido lo tuvo que sufrir alguna vez el anterior presidente de Renault España, Jean Pierre Laurent, cuando al principio de la crisis empezó a hablar del peligro de las factorías de Valladolid y Palencia. Por eso, cuando lo sustituyó en el cargo un chaval criado en Pucela (con el Twizy y el X87 ya adjudicados a Valladolid), muchos sintieron un alivio que, a juzgar por las entrevistas que José Vicente de los Mozos ha concedido a diversos medios durante el Salón del Automóvil de Ginebra, no era demasiado fundado. Tras entonar las desgracias del escaso mercado en España, de la excesiva exportación y de los costes del transporte en el estrecho de Gibraltar, llega al verdadero meollo de la cuestión: no es suficiente con ser muy competitivo (reconoce que Palencia y Valladolid ya lo son), sino que, como los centros de decisión no están en España, tenemos que ser más atractivos –nada de convenios colectivos, camiones más altos aunque esté comprobado que tienen más posibilidades de volcar incluso cumpliendo los límites de velocidad, trabajar seis días a la semana- que los alemanes, indios y tangerinos, si no queremos ver peligrar el Megane IV en Palencia.

Imagen de la web Educima
Graznar y Gleba
Y yo, que no creo en las revoluciones y tampoco mucho en las huelgas generales lanzadas contra un gobierno que tiene que reducir un déficit imposible, no puedo evitar sentir un poco de repugnancia ante esa exhibición de avaricia monda y lironda vestida de realismo empresarial y adobada con lágrimas de cocodrilo.
¡Eh!, ahora que me doy cuenta, acabo de acordarme de las dos palabras que buscaba: Graznar es el grito de las aves de mal agüero, como el grajo y el cuervo. Y Gleba es la tierra, especialmente la de cultivo, a la que estaban sujetos los siervos antes de que se inventara todo eso de los derechos humanos y los estatutos de los trabajadores.

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